Smilodon

Paraceratherium puede parecer totalmente extraño al principio, ¡pero mira de nuevo! Notarás el parecido con su pariente moderno, ¡el rinoceronte! Vaya... es un enorme gatito. Más conocido como el tigre dientes de sable, el Smilodon es un depredador formidable.

Desde la extinción del rinoceronte blanco del norte, la gente se ha preguntado si la misma tecnología que revivió Paraceratherium podría usarse para la conservación del rinoceronte. Desafortunadamente, tal esfuerzo se desperdicia sin material genético diverso. La baja diversidad genética no es un problema tan grande para los animales que no pueden ser liberados, como el nuestro... ... pero una población salvaje de rinocerontes revividos sufriría un cuello de botella genético. A pesar de su aspecto, el Smilodon no está estrechamente relacionado con ningún felino moderno. Un nombre más adecuado para él es macairodontino. Aunque yo no me preocuparía demasiado por hacer la distinción, solo trata de mantener esos dientes de sable lejos de los invitados.

Aunque carece de los grandes cuernos de queratina que esperamos de los rinocerontes, la cara de Paraceratherium aún comparte muchas características con ellos. Destaca especialmente ese labio superior triangular, una estructura prensil que les ayuda a manipular su comida. Este gran felino podía abrir la boca a extremos impresionantes: hasta 120 grados, ¡casi el doble que un león! Me encantaría verlo en acción, ¡desde un lugar seguro!

Si bien la sonrisa de un rinoceronte podría considerarse bastante desagradable, los dientes de Paraceratherium hacen que su sonrisa sea algo digno de contemplar. Debajo de ese labio superior largo hay dos conjuntos de colmillos que apuntan en ángulos extraños desde cada mandíbula, lo que hace que parezca que necesitan seriamente una visita del dentista. Muchos de sus fósiles se excavaron en pozos de alquitrán, de los cuales el más prolífico es La Brea, en Los Ángeles, California. Tan solo en estos sedimentos se han encontrado más de la asombrosa cantidad de 166 000 ejemplares de Smilodon. Lo que en el pasado pudo haber sido una terrible trampa mortal, se convierte en una gran oportunidad en el presente, ya que nos permite devolver a este carnívoro a la vida.